miércoles, 19 de abril de 2023

Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

19 de abril de 1825

El Juramento de los Treinta y Tres Orientales, Juan Manuel Blanes Óleo sobre tela 311 x 546 cm Museo

No todos eran orientales ni eran 33, pero la Historia poco se detiene en el detalle. Fueron gravitantes –y es lo que colectivamente se elige recordar– en lo que sucedió a partir del 19 de abril de 1825.


Al igual que en 1811, el levantamiento de 1825 se preparó en territorio argentino e ingresó por el litoral con el objetivo de dominar la campaña para luego acorralar a Montevideo, sede del gobierno. Cruzaron el río en lanchones, bajo una orden estricta: permanecer callados y remar con fuerza, para sortear la cercanía de los cruceros brasileños, que vigilaban el río. Hicieron pie en la playa de la Agraciada. Los lanchones que los habían transportado hasta allí regresaron y ellos quedaron aguardando las caballadas. Sin ellas no podían cabalgar ni convertirse, cada uno de ellos, en cabezas de pueblos en armas que sincronizarían sus ataques contra las fuerzas de ocupación.

La espera se hizo interminable. “Continuamente salíamos a la orilla del monte y aplicábamos el oído a la tierra por ver si sentíamos el trote de los caballos que esperábamos. Lavalleja se paseaba tranquilamente al lado de un grupo de sarandíes”, confiado en el vaqueano Cheveste, encargado de traerlos. Cuando finalmente llegaron, muchos se abrazaban al pescuezo de los animales. “Les daban besos como si fuesen sus queridas”, recuerda Sierra. 

La que luego se llamaría “Cruzada Libertadora” inició entonces su marcha, abriéndose en abanico sobre el territorio oriental. Iban presididos por una bandera con los colores artiguistas. La arenga que les dirigió Lavalleja, llamándolos argentinos-orientales, era “mostremos al mundo entero que merecemos ser libres”.
Efectivamente, el desarrollo de los acontecimientos posteriores confirmó la intuición inglesa (tienen vocación de destino propio) y derivó en el reconocimiento a una independencia que nació, discutida y pactada, vigilada por cinco años, pero llamada para quedarse.

Dra. Ana Ribeiro
Subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura

Extraído de: www.gub.uy/ministerio-educacion-cultura/comunicacion/noticias/desembarco-treinta-tres-orientales